Después de meses de arduo trabajo y poco descanso, se acercan las ansiadas vacaciones laborales. Es una época perfecta para desconectar de la rutina del trabajo y olvidarse de las preocupaciones propias de este. Puedes encontrarte en la infortuna situación de que te notifiquen un despido durante tus vacaciones, pero, ¿se puede hacer?
En GESTIÓNEMPRESA te resolvemos esta frecuente duda que puedes llegar a plantearte en algún momento de tu trayectoria laboral. Vamos a ello.
¿Es posible despedir durante las vacaciones?
Puede darse el caso de que un trabajador se encuentre con una desagradable sorpresa durante sus vacaciones laborales: su despido. Suele ocurrir mediante una llamada, un burofax en el buzón de su casa, un mensaje o un correo electrónico de parte del jefe. Ante esta situación, es normal que te preguntes si realmente es legal y válido este despido, ya que estás disfrutando de tu período de vacaciones.
Lo primero que hay que tener claro es que sí es posible sufrir un despedido al mismo tiempo que se disfrutan de las vacaciones. En el marco de la legislación laboral no se estipula ningún impedimento legal que impida el despido de el trabajador en esta situación. En todo caso, la validez del despido dependerá de la forma en que este se haga.
La forma en la que se lleve a cabo la notificación será la clave para que realmente pueda efectuarse el despido. Es necesario que cumpla ciertos requisitos para que pueda considerarse un despido válido, los cuales, abordaremos a continuación.
¿Cómo se debe notificar este despido?
Para que se considere válido, el despido deberá ser notificado por escrito, de forma que pueda probarse fehacientemente que se ha llevado a cabo y que el trabajador tiene conocimiento de la nueva situación. La forma certera de hacerlo es mediante un burofax enviado a la dirección del domicilio del empleado, de forma que el trabajador no pueda alegar no haber recibido ninguna notificación.
Esta notificación escrita deberá incluir los hechos que motivan el despido del empleado, así como la fecha en la que se producirá. Se debe especificar si los motivos son causas objetivas, desencadenando un despido objetivo, o si forma parte de un despido disciplinario o un despido colectivo.
En este sentido, pueden darse dos situaciones. La primera de ellas es que la fecha efectiva del despido se produzca con posterioridad al fin de las vacaciones del empleado, suponiendo la extinción el día reflejado en la notificación. O que la fecha efectiva del despido esté dentro las vacaciones, suponiendo la extinción cuando finalicen.
¿Cuándo el despido sería improcedente?
Se considerará improcedente aquel despido que no se notifique por escrito, o bien que no contenga los hechos que lo motivan o la fecha de efecto del despido. En caso de que se produzcan defectos de forma en el despido, el empresario tendrá la posibilidad de efectuarlo de nuevo, cumpliendo los requisitos necesarios.
Por otro lado, si el despido le fuera notificado al empleado sin respetar el plazo de preaviso, el empresario tendrá que abonar una indemnización equivalente al importe salarial de esos días.
Cómo actuar en caso de no estar de acuerdo con el despido
El trabador puede estar de acuerdo con el despido o considerarlo un despido injustificado. Una vez recibida la carta de despido, el trabajador podrá optar por firmarla con su aceptación, no firmarla o firmarla como “no conforme” y dejar constancia de la fecha de la firma.
Entonces dispondrá de un plazo legal de 20 días hábiles, desde que recibió la notificación, para interponer una demanda ante el Juzgado de los Social correspondiente y exista la posibilidad de que el despido se declare improcedente. En este caso, tendría derecho al cobro de la indemnización que correspondiese en su caso.
Como paso previo a la demanda, existe la papeleta de la conciliación laboral. El día de la presentación del documento de conciliación se paraliza el plazo de 20 días, volviendo a contar a partir del día siguiente de dicha celebración. Si, finalmente, el acto queda sin acuerdo, el trabajador podrá presentar la demanda en los días sobrantes de los 20 días que dispone en total.
Despedir a un empleado durante sus vacaciones es un gesto que se debería evitar, ya que además de generar un malestar aún mayor en el trabajador, puede afectar al resto de los empleados, ya que pueden pensar que ellos pueden ser los siguientes despedidos durante sus vacaciones.
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